Yo llevaba unos pantalones rojos, comprados para la ocasión.
Quería ir a votar con el color de mi ideología y unos días antes me compré esos
pantalones. Pantalones que luego no me puse demasiadas veces porque yo soy más
de vaquero, o jeans como dicen los pijos. Esos pantalones rojos además tienen
su propia historia, una historia que contaré en otra ocasión. Una gran historia
de esas que nunca se olvidan.
Hablo del 15 de mayo de 2011. Del ya famoso #15M. Recuerdo
aquel momento como uno de los más ilusionantes de mi vida. Fue el despertar de
una sociedad harta de políticos ladrones, y con ese despertar creo que yo también
desperté a muchos niveles.
Al pensar en aquella fecha me vienen a la cabeza palabras
como revolución, recuerdo el famoso hashtag #SpanishRevolution, que yo adopté
como mío. Con esa revolución de ideas, de gente saliendo a las calles, de
asambleas, también se revolucionó mi cabeza y mi corazón. Me resulta muy
emocionante recordarlo.
Luego pasó todo lo que pasó. Fue el comienzo también, para
desgracia de todos los que vivimos en este país, de los recortes más salvajes e
inhumanos de la historia de la democracia. Fue el comienzo de la era Rajoy, sin
duda alguna ya, el peor presidente que ha tenido España, y me atrevo a decir
que el peor que tendrá nunca, no creo que pueda hacerse peor. Esa sensación de
saber que si pusiéramos a gobernar a un chimpancé, éste lo haría mejor que
nuestro presidente, es para echarse a llorar y también a temblar.
La realidad hoy es que tenemos un país mucho peor de lo que
ya era en plena crisis con el PSOE. El PP solo se ha dedicado a jodernos con
recortes, leyes estúpidas y engaños. El PSOE por su parte se ha dedicado a...
no, perdón, no se ha dedicado a nada, porque ni tiene alternativa, ni ideas
nuevas, y su trabajo en la oposición ha sido cualquier cosa menos oposición. Como
dijo Gonzalez en su día (ese que apoya ahora a un rey ladrón), son la misma
mierda, ni PP ni PSOE van a sacarnos de esta. El partido socialista obrero
español, creo que ya no cumple ni una sola de sus siglas. Ni tan siquiera es
español, pues se arrodilló ante Alemania como ha hecho Rajoy.
Pero el #15M sigue vivo tras dos años. Fue un movimiento
esperanzador, y aunque no puede decirse que haya logrado aún nada, al menos ha
perdurado en el tiempo. En esta época en la que todos somos unos zombies que
aceptan todo lo que se nos impone casi sin rechistar, es motivo de esperanza de
un futuro mejor ver a la gente salir a la calle a gritar basta de tanta mierda.
Y lo que es mejor, son los únicos que de verdad proponen soluciones para al
menos tener gobiernos mejores, de verdad democráticos. Porque si hoy Franco
resucitara, se volvería tranquilo a su tumba y descansaría en paz al saber que
gente como Rajoy, Gallardón o Cospedal han continuado su legado de dictadura.
Al final solo las cosas que valen de verdad la pena perduran
en el tiempo. Rajoy solo es una mala racha, un mediocre que pasará a la
historia como tal y el tiempo enterrará para siempre. En cambio, la gente saliendo a las
calles, la emoción de luchar por un cambio, la esperanza, el amor y mis
pantalones rojos perdurarán para siempre.