sábado, 18 de enero de 2014

Debí nacer en otra época

Siempre lo he pensado. Esta época no es la mía, no sé que coño hago aquí. Me gustaría vivir en otra época. Una época en la que pintase frescos en paredes, sin Photoshop ni Illustrator. Me gustaría vivir en otra época si, en una época en la que trabajase en contacto con el viento, tocando la hierba y no en una oficina controlada por caudillos. Vivir en una casa en las montañas, incomunicado de todas las miserias del resto del mundo. Me gustaría vivir en otra época, en la que no escribiese este blog, en la que no tuviera nada más que lo hecho con mis manos. Una época en la que el amor no estuviese atado a cosas materiales, en la que la lealtad aún significase algo, una época en la que poder retar y batirme en duelo a muerte con quién considerase mi enemigo. Una época en la que rescatar una princesa, blandiendo la espada. Una época en la que nadie pudiese encontrarme, ni localizarme, en la que no tuviera que estar pendiente de un teléfono, de una notificación. Aunque tal vez en esa época en la que me gustaría vivir, hoy ya estaría muerto, quemado en una hoguera por decir lo que pienso y siento. En cualquier caso, al ritmo que vamos de recorte de derechos, tal vez no esté tan lejos esa época en la que arda por hereje. Pero si ese momento llega, también me llevaré algún enemigo por delante. Soy un romántico.