miércoles, 22 de mayo de 2013

12 Monos


No hay nada que me cueste más que ordenar mis ideas. No sé como os funcionará la cabeza a vosotros, pero la mía es como mi mesa del trabajo, está llena de mierda y desorden y a veces se me pueden perder cosas en ella.
Normalmente escribo sobre las cosas que detesto. No en vano este mierda-blog no es más que un desahogo, una vía de escape para no acabar con la camisa de fuerza dándome coscorrones contra una pared acolchada.
Y no es que me considere un loco, no creo que lo sea. No veo enanitos azules caminando por encima de mi cama, ni creo ser un artista del siglo XV reencarnado. Ni tan siquiera creo ser eso ahora tan de moda que llaman bipolar, en todo caso sería tri. Por contra veo luces y destellos cuando hago el amor y catalogo a las personas por colores. Además por supuesto, de mis superpoderes para apagar farolas a voluntad o hacer que las lámparas de mi casa estallen en mil pedazos. Pero no, no estoy loco.

Mi concepto de loco es otro, es el de alguien sin más meta en la vida que comprarse un piso y un coche. Un piso que siempre está vacío pues estás trabajando para poder pagarlo. Un loco es el que se deja adoctrinar por una iglesia exenta de cualquier tipo de humanidad. Un verdadero loco es el que vota a unos verdaderos incompetentes para que pongan rumbo a un país en ruinas. El loco es el que se pasa el día viendo la tele. El que nunca se pierde entre la naturaleza. El loco es el que se queda impasible ante el paso de una mosca delante del monitor. ¿No os ha pasado que estáis trabajando y una mosca se para en vuestra mano y sentís que os hace compañía? A todo el que conozco se le para una mosca y la reacción es intentar matarla. Yo la dejo recorrer mi brazo, hace cosquillas y a veces es mejor una mosca que una persona. Y si si, ya sé, las moscas acuden a la mierda, pero ya he dicho que si de algo está llena mi cabeza es precisamente de eso. Aún así no estoy de acuerdo con esa teoría, si las moscas verdaderamente acudiesen a la mierda, la redacción del diario la Razón estaría completamente invadida por estos insectos.

En realidad creo que los locos son el resto. La cordura es mirarle a los ojos y no necesitar más. Es subir a lo más alto, por el borde del precipicio y sentarme en la cima simplemente a escuchar el sonido del viento. Estar cuerdo es saber apreciar los pequeños detalles, es disfrutar de instantes que no duran más de un segundo pero que permanecen para siempre dentro de mi cabeza. La cordura es crecer como ser humano, interiormente, es conocerte, descubrir tus límites, tus debilidades, tus virtudes y no perder de vista nunca la guerra. Se pierden muchas batallas, pero la meta es lo importante.

En cambio locura es pagar una hipoteca durante cuarenta años, es trabajar para comprarte cosas que en realidad no necesitas. Locura es tener una vida de rutina, de falsa estabilidad. La estabilidad no es más que un medio fácil para creer que así es como serás feliz. La felicidad está en otras cosas coño, la felicidad es pegar el polvo de tú vida cada día. Es olerle el pelo, es reír por cualquier gilipollez. Felicidad es pasear por la calle creyéndote el puto amo porque sabes que tú no eres un mediocre como el resto, que tú vives la vida. Ser feliz no es lo que nos han enseñado, ser feliz es ser tú mismo y compartir todo eso que llevas dentro con la gente que vale la pena. Ser feliz es gritar como un loco que estás loco. Que estás loco por ella, que estás loco por lo que sea que te haga sentir bien. Estar loco es estrellarte mil veces hasta conseguir algo, sin importarte lo que cueste. Entre ser un loco o un zombie, entre ser un loco o un borrego que sigue al rebaño, entre ser un loco o ser un desgraciado, o un imbécil, prefiero ser un loco.Y si estar loco es no querer vivir como nos han dicho que hay que hacerlo que vengan a ponerme la camisa de fuerza ya por favor. Pero en cualquier caso yo no estoy loco, solo trato de ser coherente con lo que siento. Ni más ni menos.

Y ya para terminar este tocho infumable que ni yo mismo voy a leerme (por lo que habrá faltas ortográficas), os dejo un párrafo de la peli "12 Monos", la cual os recomiendo:

"- ¿Sabes lo que es 'locura'? Locura son las reglas de la mayoría, si... Los microbios, por ejemplo.
- ¿Microbios?
- Sí... en el siglo XVIII no existían, ninguno, nada, ¿quién iba a pensar una cosa así? Ninguna persona cuerda, al menos... Y llega ese médico, eh... hmm... ¡Semmelweis! Semmelweis... llega Semmelweis e intenta convencer a otra gente, sobre todo a otros médicos, de que existen esas cositas chiquititas y malas llamadas 'microbios', que se meten en tu cuerpo y te ponen enfermo, ¿eh?. E intenta conseguir que los médicos se laven las manos. ¿Qué le pasa a ese tío, está loco? "Esas cositas invisibles, ¿cómo se llaman? eh, uh...¿microbios? ¿eh?" Y ahora salta al siglo XX, la semana pasada en concreto, antes de que me metieran en esta ratonera. Fui a tomar una hamburguesa a ese garito de fast-food, se le cae al suelo a aquel tío, la recoge, la limpia un poco, y me la da como si no pasara nada. "¿Y los microbios?" le digo yo, y él dice "No creo en los microbios, los microbios sólo son un rollo que se inventan para vender desinfectantes y jabones". En fin, está loco, ¿verdad?, ¿ves?. No hay bien ni hay mal, sólo hay opinión popular... Tú crees en los microbios, ¿verdad?
- No estoy loco.
- ¡Claro que no! Claro que no... quieres escaparte, ¿verdad? Eso es muy cuerdo, eso es muy cuerdo...
La verdad es que muy pocos de nosotros somos enfermos mentales. No digo que tú no lo seas. Por lo que yo sé tú estás.... ¡estás más loco que una cabra! Pero no estás aquí por eso, no estás aquí por eso, ¡¡NO ESTÁS POR ESO!! Estás aquí por el Sistema. Ahí está la tele. Todo está ahí, todo esta ahí. Mira, escucha, arrodíllate, reza los anuncios. Ya no somos productivos, ya no nos necesitan para hacer cosas, todo está automatizado. ¿Para qué estamos aquí? Somos consumidores, Jim. De acuerdo, compra muchas cosas y serás un buen ciudadano, pero si no compras muchas cosas, si no compras ¿qué es lo que eres? Pregunto ¿QUÉ? Un enfermo mental. Los hechos, Jim, los hechos. Si no compras cosas: papel de vater, coches nuevos, batidoras computerizadas, artilugios sexuales eléctricos, sistemas de sonido con auriculares en el cerebro, destornilladores con dispositivo de radar incorporado, ordenadores activados por voz..."