lunes, 2 de marzo de 2015

La penúltima

Ahora si, tras varios amagos de cerrar este sitio, creo que ha llegado el momento. Ha durado dos años que no es poco. Dos años en los que probablemente no he dejado títere con cabeza. Dos años de soltar todo lo que ha pasado por mi, como me dijeron hace poco, perturbadora mente, sin filtro, que era al fin y al cabo el objetivo de todo esto.
Este blog surgió por diversos motivos, pero sobre todo por uno, para luchar por algo, por alguien. Para llamar la atención, para quejarme, para tener una vía de escape, un desahogo de los que han sido los años más complicados de mi vida. Pero a pesar de lo difíciles que han sido y aún son, años felices, de ilusión y de descubrirme como persona. También ha habido dolor, decepción y angustia. He luchado contra mi mismo para controlar a la fiera que llevo dentro. Gracias probablemente a algunas de las entradas que he escrito, o de los dibujos que he realizado, no he dado una paliza a alguien en algún momento. Ha sido una terapia, una sana terapia que ahora termina, en la cumbre, en el más difícil todavía. 

Hace dos noches veía el penúltimo capítulo de la segunda temporada de Ray Donovan (del cual admiro su facilidad para dar hostias como panes, pero eso es otra historia). Al terminar ese penúltimo episodio me quedé pensando -¿Como coño van a resolver tooooodo eso que está pendiente en el último capítulo?-
Y lo resolvieron, vaya si lo resolvieron. Hostias, más hostias, disparos, muertes y amor, un amor de verdad, que está ahí siempre por muy difícil que parezca todo, por muy mal que se hagan las cosas. La moraleja es esa, por difícil que parezca, cuando se llega al momento final y todo parece que se va a tomar por culo, de repente todo gira, cambia, empieza a fluir, y llega el momento que todos esperaban.

Aquí he hablado de casi todo. De pena, de ansiedad, de locura, de amor, de muerte, de recuerdos, de pesadillas, de mentiras, de sinestesia, de gentuza (aquí incluyo a la Guardia Civil), de cabrones, de violencia, de sexo, del whatsapp, de hombres grises de corbata... joder, ¡si hasta hay una entrada en la que estuve hablando con mis huevos! Y aunque prometí que mi polla también hablaría, lo más que consiguió aporreando el teclado fue escribir esto: dofjmpan3rfwiahasd´lna e+ijcfdas+pdsfk. Así que os quedáis con las ganas.

El caso es que cierro el chiringuito, lo cierro tranquilo, sabiendo que lo que he vivido estos últimos años ha sido la experiencia más grande de mi vida, una etapa de conocimiento y aprendizaje, de locura, de absoluta locura. No soy el mismo que comenzó escribiendo esto, y aunque no sé si soy mejor o peor, soy yo, soy así y eso es lo único que me importa.
Solo puedo agradecer a la gente que siempre ha estado ahí, lo mucho que me han hecho aprender, los grandes consejos que he recibido, y el cariño enorme que me llevo. Y a mis enemigos, nada, no tengo nada que deciros, que os follen. 

Bueno va, que os follen a todos :)


Aquí una vez estuvo El Hombre Más Ferriz Del Mundo.