
Tengo el recuerdo también de soñar que mi abuela y sus hermanas me guisaban y me comían aún vivo. Esa era una de las peores pesadillas sin duda, ya que me echaban coliflor, la cual apestaba. Aunque también me viene otra a la cabeza, en la que yo me arrastraba por un lugar oscuro, y no me podía poner de pie porque había techo, y tampoco podía encontrar la salida porque estaba oscuro. Y me pasaba la puta noche reptando. ¿Por qué coño tiene que soñar esas cosas un niño?
Lo malo de las pesadillas es que nunca desaparecen del todo. En mi caso hay algunas, que aún sueño hoy, que me han acompañado toda la vida. Otras en cambio son nuevas, y desgraciadamente más reales, o como mínimo más posibles. Supongo que los malos sueños son algo que nos acompañan toda la vida. La enfermedad, la pérdida, el engaño, la envidia, el dolor, el desamor, el Partido Popular, la última hora a la que te conectaste al Whatsapp, etc, etc.
Y hablando del Partido Popular y de terrores nocturnos, hoy el presidente del gobierno y presidente de honor del club de gente que escupe cuando habla, Mariano Rajoy ha estado en mi pueblo, en Villena. Ha estado acompañado también por el Príncipe, si, sabéis quién digo, este que tiene una hermana tonta y otra muy lista y corrupta. Han estado inaugurando el tramo del AVE que pasa por aquí. Os juro que me he pasado la puta mañana entera rezando para que un raíl estuviera mal colocado, pero no, como suelo ser un mal hablado y tiendo a decir mucho eso de me cago en Dios, pues no han valido los rezos.
Y esta es la mierda que se me ha ocurrido hoy, unir a Rajoy con la palabra pesadilla, como véis solo escribo obviedades que hasta un niño de primaria podría enlazar sin problema. Excepto la infanta, la infanta no creo que fuese capaz. De hecho yo creo que es muy acertado que pusieran su nombre a un centro de parálisis cerebral de aquí cerca en Alicante.
Y con esto me voy a dormir, o a intentarlo, porque he escrito muchas cosas sobre las que tener pesadillas esta noche.